Gracias a esta competencia Mercedes-Benz construyó el Biome Concept, pero los técnicos fueron más allá e idearon un vehículo en perfecta comunión con la naturaleza.
En teoría el modelo crecería en un vivero completamente orgánico a partir de dos semillas, una que es modificada genéticamente según las especificaciones del usuario y la otra que formaría las líneas exteriores. Además, durante su vida útil emitiría oxigeno puro a la manera de un árbol y cuando dejase de ser utilizado como transporte sería usado como abono o material para la construcción.
En cuanto a su combustible, se abastecería de un líquido llamado BioNectar 4534 que colectaría la energía del sol y conferiría fuerza necesaria para moverse. Para recargar el auto, Mercedes-Benz instalaría en los árboles un sistema de transformación de la energía del sol en esta sustancia.
Cuánto de realidad y cuanto de ficción hay en este modelo es muy difícil de contestar, pero lo que queda claro es que Mercedes-Benz continúa en una búsqueda incesante de ideas que impulsen el cuidado de la ecología.
No hay comentarios:
Publicar un comentario